La primera fase de esta iniciativa contra el calor se instaló en los últimos días de mayo.
Más de 30 vecinas han participado en su confección de forma voluntaria y desinteresada.
El centro de Escañuela luce más bonito y con un poco más de sombra desde hace unos días. Operarios municipales terminaron de instalar la primera fase del toldo de crochet durante la última semana de mayo. Por este motivo, la Corporación Municipal ha rendido homenaje a las más de 30 mujeres que han participado en su confección. El acto se celebró el pasado 1 de junio a las puertas del Ayuntamiento de Escañuela y bajo la sombra de la nueva cubierta. En principio, la instalación cubre una pequeña porción de la céntrica calle Maestra, en el entorno de la casa consistorial. El objetivo es ampliar la superficie del toldo en siguientes fases.
Decenas de vecinos han acudido al acto de reconocimiento, entre ellas estuvieron gran parte de las artífices de la creativa y original lona. Ana Fernández, alcaldesa de Escañuela, tomó la palabra para agradecer públicamente a las mujeres «el gran trabajo que habéis realizado. Nos sentimos plenamente orgullosas de poder disfrutar de este toldo hecho con vuestras manos y con el corazón».
La idea del toldo se gestó en la Escuela de Adultos entre sus alumnas y los miembros de la Corporación Municipal. La Asociación de Mujeres ‘Al Alba’ se unió al instante y cuando corrió la voz se sumaron más escañoleras, tanto en el pueblo como emigradas. El Ayuntamiento se encargaría de facilitar los materiales y las mujeres se pondrían manos a la obra con los elementos del toldo. El objetivo era crear más espacios de sombra durante el verano al tiempo que embellecer el centro del pueblo. «Mi intención era poder realizar algo que os uniera, os sacara de la rutina diaria y nos hemos dado cuenta que sois muy necesarias para nuestro pueblo. Os imaginaba a cada una buscando ese momento de tejer, haciendo y deshaciendo porque buscáis la perfección. Os veía ir a casa de las vecinas para enseñarles la labor y que os asesorara», agradeció Ana Fernández durante el acto del 1 de junio.
Esther Torres, concejala de Igualdad, también ha ensalzado la actitud emprendedora de las mujeres de Escañuela. La edil ha señalado que «Irene Vallejo reflexiona en su obra «El infinito en un junco» sobre la relación que guardan los términos «textil» y «texto» presentando una etimología muy parecida: ambas del verbo latino “texere”, que significa «tejer».
Ese vínculo no es casualidad, ya que existe una teoría de que fueron las mujeres las primeras en narrar historias, mediante la oralidad, porque mientras tejían en grupo compartían sus emociones, relatos, y por eso hay muchas palabras que tienen en común tanto los textos como los textiles. Por ejemplo, hablamos del nudo de una historia, el desenlace, el hilo conductor, urdir una historia, bordar un discurso.
Se piensa que las mujeres utilizaban estos términos referentes a la costura para narrar, creando estas maravillosas metáforas. Y ellas, las mujeres de Escañuela han bordado la historia de nuestro pueblo, que atesoramos. Son ellas las que nos han arropado desde siempre con sus memorias y relatos y, ahora, las que nos cobijan con sus manos».
El acto de homenaje finalizó con una invitación a un refrigerio a los asistentes.
El Ayuntamiento de Escañuela agradece de todo corazón el gran trabajo realizado por:
Capilla Alcalá
María de la Villa Urbano
Manuela Torres
Choni Cuesta
Ana Montilla
Mercedes Extremera
Encarnación Olmo Castell
Carmen Gil
Rosario Gil
Charo Sabalete Gil
Mª del Carmen Gil Sabalete
Choni Pamos
Carmen Pamos
Ventura López
Teresa García López
Ana Jiménez
Ana Gil
Paquita Sabalete
Isabel Ureña
Rafaela Ruiz
Mariana Pancorbo
Ángela Aranda
Victoria Contreras
Mª Josefa Erenas
Ana López
Mari Urbano
Mª Josefa Peramo
Trinidad Urbano
Mª del Carmen Sánchez
Carmen Pancorbo
Pepi Soriano
Tere Ortega
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